Escuche alguna vez que el corazón se para cada vez que estornudamos. La verdad es que el 2006 me sorprendió igual que el síntoma post estornudo. ¡¡¡¡ Achu-u!!!!!!!!!! y ya era diciembre. El corazón me dio un vuelco y el 2007 se encontraba corriendo tras mis talones, así que era urgente y preciso pensar en los propósitos para el siguiente año que asomaba sus narices en el calendario.
¿Que interesante propósito iba a iluminar mi camino después de 12 meses entregados al vicio de los chocorroles? Enseguida empezó la carrera por perseguir la mejor intención: más organizada, mejor peinada, mas limpiecita ( con departamento incluido en la labor) más puntual, más sonriente, y "masísimos" dotados de perfección.
Mientras sudaba la gota gorda el poeta Andrés Henestrosa en su 100 cumpleaños solo dijo que lo único que se reprocha es no haber vivido más desordenadamente, así hubiera tenido oportunidad de reinventarse con mucha más frecuencia. Así que empecé de maravilla el año, olvide todos el pasword del blog, mi cuenta de acceso al banco ¡¡ah!! y también la de operación, perdí las llaves de mi casa .....
Sin duda un año de mucha felicidad, con desordenes destellados de buenos momentos, y espero para ustedes mucho disfrute y propósitos divertidos.
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