1 de octubre de 2006

Hormigas en el teclado

La noche de un sábado que se me ha convertido en domingo. No puedo dormir. Una madrugada más pensando en los pendientes que se desbordan del corcho. Junta el lunes. Traducción el martes. Clase el miércoles. Edición el jueves. Conferencia el viernes. Tarea el sábado. Rabia el domingo... y las hormigas siguen en el teclado, acechándome.

La pupilas se me derraman y las hormigas corren entre las teclas. Se suben a mis dedos. Las sacudo constantemente para ver si ya me dejan en paz de una vez por todas. Pienso que se van a comer el CPU, que están masticándose la información acumulada en cuatro años. Que en unas horas el monitor no se encenderá más. Que en sus pequeñas cabezas se irá el remedo de tesis que me está devorando el cerebro. He llamado más de una vez al exterminador. Siempre deja sobre la estufa una nota verde. Dice que espere dos semanas para que las hormigas desaparezcan. Pero no mueren, al contrario, se multiplican y pululan todas las noches por el teclado. Me pican las manos, se suben a mis brazos, hacen carreras en el escritorio, osan pasearse por el hueco que forman el TAB, la Q y el Caps Lock. Son mis vecinas incómodas. Soy su vecina incómoda. Estoy perdiendo la batalla y el exterminador también.

Con su diario correr nocturno, las hormigas me recuerdan que hay prisa, que hay que terminar el trabajo empezado, que no es hora de dormir y, lo que es peor, que no me van a dejar.

La noche de un sábado que se me ha convertido en domingo. No puedo dormir. Una madrugada más pensando en los pendientes que se desbordan del corcho. Llamada urgente el lunes. Redacción el martes. Clase el miércoles. Examen el jueves. Discusión el viernes. E-mail el sábado. Rabia el domingo... y las hormigas siguen en el teclado, acechándome.

A.

5 comentarios:

John Pluecker dijo...

tienes q comprar algo pa quitarlas. q cosa. y pensando uno que vivimos en un mundo más avanzado, más esterilizado. pero pinches hormigas mugrosas por todos lados. jp

Jan de la Rosa dijo...

Voto porque ellas estaban antes que tú .. jejeje..
Te entiendo, las hormigas me ponen de un ansioso... no sé si porque siempre que veo una recuerdo que pueden levantar ochenta veces su peso (o algo así) y siento como si el bicho inútil fuera yo, que no sé cavar, no puedo levantar ni siquiera mi peso, y que necesito de un techo y comida disponible siempre...
Por eso las mato con lo que encuentro...
odio que sean tan productivas!!!

A. dijo...

Ya las fumigué, ya las aplasté con los "papers" de las tareas...qué más? Sí, su productividad me da más canas.
A

Jan de la Rosa dijo...

Que bueno que regresaste, por cierto =)
no te vuelvas a ir!!
Besitos

Akaotome dijo...

Pero chistosamente... a veces, cuando vives a 2,000 m de altura... hasta te sientes mal de extrañarlas