13 de junio de 2006

Abuelitos funk

En vista de que mi ocio vacacional ya era demasiado, decidí inscribirme a un par de clases aeróbicas para mover el esqueleto y de paso, tener un poco de condición física. Por lo tanto, me fui al gimnasio más cercano, vi el horario de clases y opté por step con pesas y hip-hop. Mientras la señorita del mostrador me inscribía, noté que pasaba una cantidad considerable de personas mayores; no le di importancia al tema, ya que era temprano en la mañana. Al otro día me presenté a mi primera clase de step; en el salón habían 2 mujeres en sus treintas, otra en sus cuarentas, 4 señoras de más de 65, un señor de al menos 70 y yo, en mis todavía veintes. Al ver tal concurrencia pensé: --!mmm... está clase va a estar facilita! Las abuelitas van a poner esto a gustoooo--. Así que, con mi ego de pavorreal, acomodé mi banquito, fui por mis pesas, puse la botella de agua y la toalla por ahí y comenzó la clase.

-- 1, 2, arriba, abajo... !bien! 1,2, derecha, izquierda... !muevan los pies! El pie dentro del banco, !dentro del banco!.... ahora suban las manos.... !más arriba! !Bien! 1,2,3.... no se les olviden los brazos, aquí no son sólo las piernas!!! 1,2, !no dejen de moverse! !SIGAAAAAN!

Basta y sobra decir que la instructora era una versión de Hitler en mujer. Nos gritaba todo el tiempo y las rutina que nos puso en el banco era más que imposible; pero no, eso no fue lo peor... lo peor fue darme cuenta de que todos los abuelitos seguían perfectamente el ritmo sin inmutarse y yo, a sólo cinco minutos de haber comenzado la clase, ya estaba a punto de pedir el equipo de resucitamiento cardíaco. Terminé la clase únicamente por dignidad, y porque mi pequeño ego interior me lo exigía -para ese momento el pavorreal ya se había escapado y se había ido muy muy lejos de donde yo estaba--. Salí de ahí transpirando hasta el agua que no había bebido, tomando líquidos como si hubiera estado en un desierto por días enteros y casi casi que en silla de ruedas. ?Los abuelitos? Muy fresquitos después de la clase, tomando Evian, y riéndose... muy posiblemente de mí.

Después de una semana de intensa rehabilitación regresé al gimnasio, pero esta vez a la clase de hip-hop y pensando que seguramente ahí no me encontraría con gente mayor. GRAN ERROR, si bien la clase tenía más gente y las edades variaban mucho, había dos abuelitos dignos de describir. La señora de, pongámosle, 70 y el señor de 74; ella con una camiseta negra con la siguiente impresión: "AC/DC Back in black", sus mallones negros y sus tenis Nike negros también, mucho más modernos que los míos. El señor tenía un vestuario normal, con sus shorts y su camiseta blanca y vieja, perooooooooo... con pelo largo y una pequeña arracada plateada en la oreja derecha. Los dos señores eran muy delgados y estaban en las primeras filas de la clase. Además, se sabían toda la coreografía, tenían más hip y mucho más hop que cualquiera de los más jóvenes y nuevamente, salieron de la clase bastante airosos. ?Yo? .... digamos que necesité otra semana de rehabilitación y me tragué mi orgullo con aceite de ricino y limón.

Después de lo que vi, pensé que la imagen que tenía sobre los abuelos no encajaba, para nada, con la de mis compañeros de los aeróbicos. La señora que teje todo el día y el señor que lee el periódico eternamente ya no representan a los abuelos actuales. Cada vez hay menos personas mayores que se quedan en casa; los abuelos de hoy son más activos y tienen más vida que incluso una persona cuarenta y tantos años menor que ellos. Increíble, pero los abuelitos ya son funk; escuchan a los Black Eye Peas y se ponen tenis de color anaranjado eléctrico si se les antoja. Ante tal panorama pienso que llegar a vieja no sería tan malo, sí me gustaría ser una abuelita funk... !pero antes tengo que llegar al nivel físico de los abuelitos de mis clases de aeróbicos!

A.

3 comentarios:

Jan de la Rosa dijo...

Yo aspiro a ser así... de vieja y bien activa, quiero decir (pero no sé lo de abuela... esa es harina de otro costal). POr lo pronto sé que cuando yo "crezca" habrá tanta tecnología que, como sea, me hará quedar mal... quiero poder contar las historias de cuando "existía el Ipod!"... para entonces, me habré graduado de la clase de hip-hop, espero...

Kickapú dijo...

Las clases de "acondicionamiento físico" son las más desafiantes... ¡Si lo sabré yo!

A. dijo...

jajajajajajaja!!!! Pues ahabrá que ponernos a tono!