29 de junio de 2006

La última encuesta

En esta ocasión hemos decidido hacer un trabajo en conjunto; hoy no habrá entradas separadas, literalmente es una de dos. Estamos a punto de ir a las urnas y ante tanta propaganda en los medios de comunicación, nos preguntamos: ¿Qué hemos visto en este proceso electoral? Nos quedan tres días para el juego final de México; la decisión de votar ha requerido poner a trabajar las neuronas a marchas forzadas. ¿Ha elegido usted, lector? Sin duda, la mercadotecnia ha hecho su parte; los spots de radio y televisión, las entrevistas que han modificado el estatus del voto secreto y pacífico, las múltiples encuestas que guían nuestros pasos día a día, los calendarios del mundial, la torta, el refresco y las camisetas repartidas al por mayor; hemos visto miles de millones de pesos en las campañas, todo para disuadirnos. Así que, para estos momentos, todo aquél que haya resuelto votar tiene a su candidato en mente, ya no hay vuelta atrás, sólo falta la boleta y el plumón en la mano para hacer válido nuestro derecho. Bien sabemos quiénes pelean más esta contienda; en una esquina está AMLO y en la otra Calderón, uno de los dos espera el “knock-out,” ese golpe final que ha de acabar con nuestras incertidumbres. Sin embargo, en este encuentro de lucha libre, no sólo los candidatos se enfrentan cuerpo a cuerpo; nosotros, los que estamos como espectadores alrededor del ring, también queremos entrarle al cuadrilátero para darle un puñetazo al inepto que esté con el contrincante. Las fuerzas están divididas y ahora, más que en ningún otro momento, podemos ver la intolerancia a flor de piel: --¿!Cómo?! ¿Le vas al Peje? ¿Al anticristo resucitado en político que nos va a llevar a todos a pedir dinero por las calles? ¡Ah no! Aquí “todos debemos tener un voto.”-- Se ven patadas voladoras por los aires y una llave le tuerce el cuello al perredista antipatriótico. Sí, el próximo domingo todos los votantes deben tener una decisión, pero qué tal si no fuera el PAN; es más, que tal si tampoco fuera el PRD. ¿Qué tal si un elector decide votar por el PRI? ¿Lo vamos a agarrar a patadas? Y qué nos dicen de Patricia Mercado o el Dr. Simi, si un mortal los ha elegido ya ¿Le vamos a tachar de inútil porque está rompiendo en mil pedazos lo que queda de las elecciones? Teóricamente, la respuesta es no, pero en la práctica hemos podido constatar durante el período de campañas que, si de candidatos se trata, la violencia verbal y física sale a relucir. El voto ya no resulta secreto ni pacífico, y además, se convierte en la excusa perfecta para partirle la maceta al que se sienta al lado y que, da la casualidad, piensa diferente. Así las cosas, el panorama electoral es desolador por el lado de los candidatos, pero también por el lado de los votantes. Bien dicen que "El futuro del país esta en nuestras manos," no en las manos de un presidente ¿Qué va a hacer usted, lector, si su candidato no gana? ¿Llorará sin control y armará una rabieta en el suelo? ¿Correrá a las faldas de su mamá para conseguir lo que quiere? Honestamente, eso nos llevaría a todos al carajo. Todavía hoy es tiempo de ejercitar la tolerancia, ya que sin ella estaremos aún más separados de lo que ya estamos ahora. Si no gana el candidato que hemos elegido, habrá que hacer fuerza civil para que al grupo de poder entrante no se le escurra el tiempo en habladurías, planes sin cumplir y alianzas dudosas. Verdaderamente, ¿Qué desea para su país, lector? El voto ya es lo de menos, lo de más está por verse.


Atte.
UNA DE DOS

1 comentario:

Jan de la Rosa dijo...

MIedo, Miedo, Miedo....